viernes, 13 de noviembre de 2009

AXEL -
 "Antes de los conciertos me concentro un mi tercer ojo"

10-11-2009 / El cantante pop es vegetariano, hace su propio pan y cosecha de su huerta los vegetales que come. Dice que lo desenamoran las mujeres que fuman y revela sus armas de conquista: “hoy te conozco y a la semana te mando una canción que te escribí”.
Por Melisa Miranda Castro
mmiranda@revista7dias.com


La mayor parte de su tiempo lo pasa entre escenarios, hoteles y aviones, sin embargo, cada vez que puede refuerza su conexión con el universo y con la Tierra. Axel es el cantante pop-melódico que hace delirar a las adolescentes, aunque su público abarque a toda la familia. Si bien podría pasar sus días entre el glamour, las fiestas y la fama, sus hábitos son más tranquilos. Es vegetariano, no fuma, ni toma alcohol ni drogas. Sigue viviendo en la zona donde se crió, y en el patio tiene su propia huerta en la que cosecha los vegetales que come. “Hay dos sobrinitos a los que les estoy enseñando el contacto con la tierra, cómo nace un rabanito, una papa, cómo se genera todo eso. Yo soy vegetariano, no como ni pollo ni pescado ni carne, casi nada de huevos, pocos lácteos. También hago mi propio pan”, cuenta el cantante a 7 DÍAS.


Los hábitos alimentarios vienen de la mano de una filosofía de vida. Axel medita hasta dos o tres veces por semana, hace yoga y lee libros que tengan que ver con una búsqueda espiritual. “Con los viajes y aviones se vive a un ritmo y a una velocidad, que esto me da un poco de paz. Es tomarse quince o veinte minutos por día para hacer un poco de meditación”, confiesa.


–¿Tiene rituales o cábalas antes de salir a escena?


–No soy muy cabulero. La cábala las usamos más en las cosas que nos sentimos inseguros de realizar por nuestros propios medios. Por ejemplo, a mí me gusta mucho el deporte y si siento que no soy bueno, ahí creo más en el poder de la cábala. En los camarines, antes de un concierto lo que hago es relajarme y meditar, respirar conscientemente, concentrarme en mi tercer ojo.


–¿Qué cambió en su vida cotidiana antes y después de ser famoso?


–Como soy muy dado con todo el barrio, me siento querido y siento que represento lo mejor que puedo a la zona Sur de Buenos Aires. La verdad es que me tratan muy bien. En la calle me paran para saludarme. No dejo de ir al supermercado porque la gente me pare. Sigo haciendo la vida de siempre. Salgo a andar en bicicleta, hago un picnic en la plaza cada dos por tres.


–¿Está en pareja en este momento?


–Estoy bien.


–Entonces, si...


–El amor no es solamente estar en pareja, en el amor siempre estoy bien aunque esté solo. La felicidad depende de mí, no de los demás. Así que en el amor, desde que nací siempre estuve bien.


–¿Cómo cambió su forma de conquistar a las mujeres?


–Al ser famoso corro con una ventaja que es que la gente me conoce y ya no hace falta presentarse. Mi forma de conquista siempre fue similar. Soy una persona muy conversadora, he leído mucho, entonces, mi arma más importante es la charla porque puedo hablar de muchos temas aparte de la vida y eso resulta interesante. Además, siempre tuve la música como arma principal. Hoy te conozco y a la semana te mando una canción que te escribí, no te digo que te va a conquistar, pero te va a llamar la atención. Mis canciones son siempre herramientas de conquista. O de mensajes, o de decir adiós también.


–¿Ha dejado a una mujer a través de una canción?


–Sí, por supuesto. O nos dejamos, o le pedí explicaciones o le dije lo que sentía a nivel amor.


–¿Qué cosas lo desenamoran de una mujer?


–Lo que me desenamora es que fume, que tome alcohol excesivamente, la falta de creatividad, de alegría, de sonrisas, una persona demasiado estructurada no me termina de cerrar porque yo soy una persona muy abierta, la falta de interés por la evolución. Pero lo que más me puede llegar a desenamorar de una mujer es el maltrato por la naturaleza, eso me molesta de cualquier persona.


–¿Tiene un refugio en el mundo?


–Cada vez que tengo dos días o tres me voy manejando hasta mi campo en Córdoba. Me encanta manejar por la ruta. Voy por todos los pueblos, ya mucha gente me conoce porque paso siempre, paro, como. En Córdoba me siento muy protegido. Es un lugar muy especial, es casi autosuficiente a nivel de energía solar, agua mineral propia, frutales.


–¿Cómo se imagina dentro de diez o veinte años?


–Viviendo en Córdoba. Mucho antes de diez años, si no tengo mi residencia allá todavía es porque tengo una actividad tan dinámica que no me lo permite, calculo que en dos o tres años voy a poder empezar a parar la pelota y estar un poco más de tiempo allá. Me imagino con hijos, en familia, tratando de amar a la tierra cada día más y ser lo más autosuficiente posible y generar el menor desecho posible en el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario